viernes, 20 de marzo de 2015

UN AMOR SOÑADO

Hola a todos.
Aquí os traigo un nuevo fragmento de mi relato Un amor soñado. 
Veamos de qué hablan Cristina y Rafaela hoy.

-¿Qué vas a hacer si estás embarazada?-le preguntó Rafaela a su prima.
-Sólo sé que Ángel tiene que saberlo-respondió Cristina.
-¡Puede que ese miserable se haya aprovechado de ti! Se ha dado el gusto contigo. Y dejará en la estacada.
-Puede que él también esté enamorado de mí. No puedes ser tan desconfiada, prima.
-Cris, puede que no tenga experiencia alguna con los hombres, pero es que no me fío de ninguno de ellos.
-Porque nunca te has enamorado.
-¡Quiera Dios que ese día no llegue nunca!
-Admite que te gustaría enamorarte. Es algo natural. Todos soñamos con encontrar el verdadero amor. A alguien que nos quiera de verdad.
                             Al igual que en la isla, Cristina y Rafaela compartían habitación en la casa de Calarreona.
                              Era ya de noche. Cada una yacía acostada en su propia cama. Sin embargo, ninguna de las dos tenía sueño. Rafaela suspiró.
-Debes de preocuparte un poco más de lo que te pasa-le pidió a su prima-Podrías estar esperando un hijo.
-Y tú piensas que Ángel es de lo peor que hay en el mundo-replicó Cristina-Pero te equivocas. Y me gustaría demostrártelo. ¡Ángel me ama!
                            Rafaela no sabía qué pensar.
-Puede que sea verdad-admitió-O puede que sea falso.
                           Cristina no lanzaba bufidos porque era impropio de una dama. Y porque se contuvo.
                           Pero creía conocer bien a Ángel. Sabía que sus sentimientos hacia ella eran sinceros. Lo que ocurría era que Rafaela era desconfiada por naturaleza.
                           ¿Por qué no quería ver que Ángel la amaba de verdad? Entendía lo que le había pasado a su abuela materna.
                            Pero eso no podía pasarle a ella, a Cristina. Ángel no iba a dejarla en la estacada. ¿Y si Rafaela estaba en lo cierto? ¿Y si Ángel nunca había estado enamorado de ella?
                            El miedo se apoderó de Cristina. Se dijo así misma que Rafaela la estaba poniendo nerviosa. Ángel debía de saber lo que le pasaba.


 

                          Respiró hondo.
-Él nunca me abandonará-le aseguró a Rafaela-He llegado a conocerle bien.
-¿Qué sabes de él?-le interrogó su prima.
-Sé que lo soy todo para él. Lo veo en sus ojos. Le creo cuando me lo dice.
-Quiero pensar que estés en lo cierto, Cris. Pero temo por ti. No quiero que sufras.

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